23 jun 2011

Sobre el solsticio de verano y las fiestas de san Juan


Recientemente entró el verano en el hemisferio norte el 21 de junio a las 12:16 pm CST. En cambio, inició el invierno en el hemisferio sur. Es una fecha con enorme simbolismo en varias de las culturas del planeta. Se trata de un fenómeno astronómico de características peculiares: es el día donde se presenta la mayor cantidad de luz (alrededor de 13 h), un día largo, y se da la noche más corta. Es la fecha cuando el Sol alcanza el cenit sobre el Trópico de Cáncer (hemisferio norte), a diferencia del solsticio de invierno (alrededor del 22 de diciembre) que alcanza el cenit en el Trópico de Capricornio (movimiento que tiene el Sol durante el año en el horizonte, al amanecer y al atardecer).

Simbólicamente inicia un proceso descendente, porque a partir de ese momento el día comenzará a acortar su duración, hasta llegar al equinoccio de otoño (alrededor del 22 de septiembre) cuando el día y la noche tendrán la misma duración. Es una fecha relacionada con el ser humano, para diferenciarlo con el solsticio de invierno (alrededor del 22 de diciembre), que se asocia más al concepto divino, ascendente, íntimamente ligado al llamado mito solar.

El solsticio de verano y de invierno están relacionados con dos festividades cristianas: San Juan Bautista y san Juan Evangelista; la primera se celebra el 24 de junio y la segunda el 27 de diciembre. El nombre "Juan" se deriva entre otras, de la palabra jano, janus que significa "puerta". Estas fechas se consideraban en la tradición helénica como las puertas a través de las cuales, los hombres (solsticio de verano) y los dioses (solsticio de invierno) aparecían en la vida del planeta. Incluso el dios romano Jano (tomado de la tradición griega), se acostumbrada a representar con una figura de doble rostro: uno mirando hacia el solsticio de invierno, que significaba las almas que llegaban a la Tierra debido a los nacimientos; y otro mirando hacia el solsticio de invierno para simbolizar las almas que abandonaban sus cuerpos.

En algunas culturas se acostumbran llevar a cabo celebraciones especiales. En España y el encendido de fogatas, en Canadá y Francia con la fete de la musique, en Stonehenge (suroeste de Inglaterra) y en la construcción de varias estructuras arqueológicas de México (Chinchén Itzá, Teotihuacan, etc.). En la mitología griega existe la leyenda de Perséfone, Démeter y Hades, que de acuerdo con este relato, dio lugar a las estaciones del año.

Así, las fechas cargadas de simbolismo surgen de autónoma en una gran cantidad de culturas. En este caso los dos solsticios (verano e invierno), representan metafóricamente, la diástole y la sístole de planeta. Dos periodos íntimamente relacionados. 


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