Después de casi una semana de haberse dado la contingencia sobre la influenza, quizás valga la pena hacer una primera reflexión:
1. Independientemente de la postura política que cada ciudadano tenga y a la que tiene derecho, parece que en general el gobierno federal ha actuado correctamente; lo cual no significa que no haya cometido errores en el manejo de la información, en el uso de los recursos y el control de sus subalternos. Es evidente que no siempre se dieron las cosas como se dijo en principio, básicamente por dos razones fundamentales (pueden existir más): una, falta de supervisión de quien tiene la obligación, para que toda la fuerza del sector salud se aplicase cabalmente; y dos, las características de una contingencia de esta naturaleza, que rebasan a prácticamente cualquier institución por muy preparada que esté.
2. La población mexicana en general no está suficientemente preparada para enfrentar a un fenómeno como es una epidemia (nunca se está totalmente). Los microorganismos no obedecen decretos, ni protocolos, ni discriminan condiciones sociales o culturales. Los virus crecen como siempre han crecido durante toda la historia de la humanidad. Lamentablemente en este caso se han reunido al menos dos componentes importantes: la falta de una cultura general en la población y la ausencia de pericia en algunas prácticas del gobierno. La población se guía en ocasiones por supuestos, malentendidos y verdades a medias, no porque exista mala fe, sino porque la experiencia ha demostrado que no siempre el gobierno ha obrado con agudeza y la población en general se vuelve desconfiada. Por esta razón cuando las cifras no cuadran (porque no siempre es tan fácil armonizar un sistema burocratizado, ni el fenómeno mismo se presta), cuando los casos no son explicados convenientemente (Perote, por ejemplo), y cuando los ciudadanos se han acostumbrado a la falta de veracidad en el trabajo del gobierno, son comprensibles las suspicacias.
3. El virus de la influenza humana AH1N1 hasta donde existen evidencias, se ha comportado de forma relativamente benigna. El índice de personas fallecidas (siempre lamentable en cualquier número) es muy bajo: el 96% de los casos comprobados y afectados con el virus, se han recuperado o están en proceso de recuperación y sólo el 4% ha fallecido. A pesar de lo difícil que seguramente será para los familiares afectados, se trata de un índice muy bajo de mortalidad. No sabemos si continuará así, pero hasta el momento parece seguir ese camino.
4. Los días de asueto forzado seguramente rendirán frutos, puesto que están dentro de los límites mínimos del periodo de incubación de los 2 a 9 días, necesarios para el virus se desarrolle y se presenten síntomas característicos. Por esa razón dicho periodo resulta vital para evitar el contagio y romper así la cadena de transmisión. El sacrificio seguramente rendirá frutos.
5. A nadie le gusta perder tiempo y dinero, especialmente a aquellas personas y empresas que han visto afectado su vida productiva. Sin duda. Sin embargo resulta verdaderamente complicado en una situación como esta, evitar que alguien no salga perjudicado. Es importante colocar en su justa dimensión un escenario tan complejo como es el que estamos viviendo y valorarlo con sensatez y equilibrio. Las dificultades económicas serán precio que habrá de pagarse por evitar un mal mayor.
6. No exista seguridad alguna acerca de la ruta que seguirá el virus. Sólo hay una grupo de hechos y una experiencia acumulada en un espacio muy corto de tiempo. Se trata de un virus nuevo que sólo afecta y parece transmitirse entre seres humanos. Hay muchas posibilidades de que a finales de este año exista una vacuna que incluya el serotipo A de la influenza H1N1. La clave está en que el gobierno federal y las empresas correspondientes, se den a la tarea de hacer los trámites y acuerdos correspondientes, para que la población mexicana disponga de dicha vacuna. Está visto que sean los países desarrollados quienes seguramente tratarán de acaparar la mayor cantidad de dosis. La experiencia demuestra que no siempre se elaboran las cantidades necesarias para todos los habitantes del planeta, no porque sea imposible hacerlo, sino porque los intereses económicos, no siempre caminan a la par con los sociales de una población.
1. Independientemente de la postura política que cada ciudadano tenga y a la que tiene derecho, parece que en general el gobierno federal ha actuado correctamente; lo cual no significa que no haya cometido errores en el manejo de la información, en el uso de los recursos y el control de sus subalternos. Es evidente que no siempre se dieron las cosas como se dijo en principio, básicamente por dos razones fundamentales (pueden existir más): una, falta de supervisión de quien tiene la obligación, para que toda la fuerza del sector salud se aplicase cabalmente; y dos, las características de una contingencia de esta naturaleza, que rebasan a prácticamente cualquier institución por muy preparada que esté.
2. La población mexicana en general no está suficientemente preparada para enfrentar a un fenómeno como es una epidemia (nunca se está totalmente). Los microorganismos no obedecen decretos, ni protocolos, ni discriminan condiciones sociales o culturales. Los virus crecen como siempre han crecido durante toda la historia de la humanidad. Lamentablemente en este caso se han reunido al menos dos componentes importantes: la falta de una cultura general en la población y la ausencia de pericia en algunas prácticas del gobierno. La población se guía en ocasiones por supuestos, malentendidos y verdades a medias, no porque exista mala fe, sino porque la experiencia ha demostrado que no siempre el gobierno ha obrado con agudeza y la población en general se vuelve desconfiada. Por esta razón cuando las cifras no cuadran (porque no siempre es tan fácil armonizar un sistema burocratizado, ni el fenómeno mismo se presta), cuando los casos no son explicados convenientemente (Perote, por ejemplo), y cuando los ciudadanos se han acostumbrado a la falta de veracidad en el trabajo del gobierno, son comprensibles las suspicacias.
3. El virus de la influenza humana AH1N1 hasta donde existen evidencias, se ha comportado de forma relativamente benigna. El índice de personas fallecidas (siempre lamentable en cualquier número) es muy bajo: el 96% de los casos comprobados y afectados con el virus, se han recuperado o están en proceso de recuperación y sólo el 4% ha fallecido. A pesar de lo difícil que seguramente será para los familiares afectados, se trata de un índice muy bajo de mortalidad. No sabemos si continuará así, pero hasta el momento parece seguir ese camino.
4. Los días de asueto forzado seguramente rendirán frutos, puesto que están dentro de los límites mínimos del periodo de incubación de los 2 a 9 días, necesarios para el virus se desarrolle y se presenten síntomas característicos. Por esa razón dicho periodo resulta vital para evitar el contagio y romper así la cadena de transmisión. El sacrificio seguramente rendirá frutos.
5. A nadie le gusta perder tiempo y dinero, especialmente a aquellas personas y empresas que han visto afectado su vida productiva. Sin duda. Sin embargo resulta verdaderamente complicado en una situación como esta, evitar que alguien no salga perjudicado. Es importante colocar en su justa dimensión un escenario tan complejo como es el que estamos viviendo y valorarlo con sensatez y equilibrio. Las dificultades económicas serán precio que habrá de pagarse por evitar un mal mayor.
6. No exista seguridad alguna acerca de la ruta que seguirá el virus. Sólo hay una grupo de hechos y una experiencia acumulada en un espacio muy corto de tiempo. Se trata de un virus nuevo que sólo afecta y parece transmitirse entre seres humanos. Hay muchas posibilidades de que a finales de este año exista una vacuna que incluya el serotipo A de la influenza H1N1. La clave está en que el gobierno federal y las empresas correspondientes, se den a la tarea de hacer los trámites y acuerdos correspondientes, para que la población mexicana disponga de dicha vacuna. Está visto que sean los países desarrollados quienes seguramente tratarán de acaparar la mayor cantidad de dosis. La experiencia demuestra que no siempre se elaboran las cantidades necesarias para todos los habitantes del planeta, no porque sea imposible hacerlo, sino porque los intereses económicos, no siempre caminan a la par con los sociales de una población.
Estimado profesor:
ResponderEliminar....esperando en Dios se encuentre bien, le escribo comentando su publicación.
...me parece de gran importancia que aborde este tema, ya que tiene un doble perfil para la publicación del mismo: como doctor (no se en que) y como quimico.
...creo , desde mi punto de vista, que tiene toda la razón, en decir que somos miembros de un gran pais, bello y majestuoso, pero carente de conocimientos y cubierto hasta los bordes de ignorancia, la cual, sin duda nos lleva a actuar cubiertos por el pánico ante desastres y epidemias como la que estamos viviendo. Sin duda, no estamos capacitados como cultura a sobrellevarlo por falta de información.
....en efecto, es mas fácil escuchar y afrontar la información digerida (lo que se dice) que profundizar, analizar y actuar conforme a ello.
.... me incluyo, cuando digo lo anterior.
...verdaderamente creo que está haciendo una gran labor al confrontar ambos perfiles vuestros para dar un enfoque más realista del presente y el futuro de esta epidemia, pandemia o como se quiera declarar.
....le manifiesto nuevamente mis respetos, como doctor, como químico, como persona, pero sobre todo, como uno de los mejores maestros que tuve en la carrera y en la maestría.
....Dios le cuide y gracias mil.
Atentamente: Rosa Ruiz Vázquez.
Bonjour Victor
ResponderEliminarIndependientemente de la postura política, definitivamente si se actua con mentiras, las cosas se salen de control... comparto contigo:
1.- "Es evidente que no siempre se dieron las cosas como se dijo en principio"
2.-"falta de supervisión de quien tiene la obligación, para que toda la fuerza del sector salud se aplicase cabalmente" estamos hablando del sector salud, ya que a la cabeza no se encuentran las personas realmente capacitadas, las que deberian de estar, es inconcebible que no sepan diferenciar entre un caso sospechoso y un caso confirmado, o entre una epidemia y un brote epidémico o como manejo el caso de Perote. DEFINITIVAMENTE REPRUEBO LA ACTUACION QUE HA TENIDO ESTE GOBIERNO MENTIROSO.
3.-Cuando mencionas :..." cuando los ciudadanos se han acostumbrado a la falta de veracidad en el trabajo del gobierno". Reflexiono y digo: NO DEBENOS QUEDARNOS CON LOS BRAZOS CRUZADOS, DEBEMOS HACER ALGO...
3.- Definitivamente las consecuencias económicas serán enormes.
4.- ..."La clave está en que el gobierno federal y las empresas correspondientes, se den a la tarea de hacer los trámites y acuerdos correspondientes, para que la población mexicana disponga de dicha vacuna."
Las personas que estudiamos en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas sabemos perfectamente los errores que cometen los gobiernos al quitar Institutos como el de Viroloogía o el Instituto Nacional de Higiene...EL NO APOYAR LA INVESTIGACION Y TECNOLOGIA
Finalmente insisto no podemos quedarnos con los brazos cruzados, ni justificar los errores cometidos.
Q.B.P. Maria de Jesús Ortiz Romero
Yo creo mi estimada marichuy, que los comentarios vertidos, de ninguna manera intentan "justificar" los hechos dados por el sistema de salud. Tú y yo sabemos cómo se dan los procesos dentro de una institución pública de salud. Me parece que sin caer en complacencias, tenemos por nuestra formación, la obligación moral de tomar las cosas con una actitud imparcial y basada en hechos científicos ; rechazar todo o aceptar todo, no estoy seguro que sirva de algo.
ResponderEliminarNo se justifica la falta de previsión y el desmantelamiento de instituciones que debieran ser parte los activos de todos los gobiernos (independientemente del color del partido). El problema es que seguimos sin tener planes transexenales; todo se reduce a propuestas para seis años (en el mejor de los caso). Tampoco creo que enfrentándonos unos con otros nos lleve a mejorar las condiciones del país.
Me parece que cada quien tiene la libertad de luchar en lo que cree. De la manera como considere y desde su trinchera, hacer lo que esté en sus manos para coadyuvar a la solución de los grandes problemas de México. La clave no está en pensar igual (a la manera de los movimientos fascistas), sino en pensar juntos; con tolerancia sí, pero con energía para señalar las imprecisiones.
A mi me parece que las mentiras en las que el gobierno actual a incidido y reincidido a lo largo de todos estos días, nos dan pie a pensar aun mayores trasfondos que simplemente querer quedar bien. Se encuentran en contexto muchos menesteres económicos ligados a la gente que se encuentra en puestos estratégicos dentro del gabinete y dentro de algunas corporaciones privadas que sacaran lucro enfático en los siguientes meses. No van solo a cubrir sus errores y querer verse como salvadores y la mejor organización gubernamental de salud... para variar hay que malpensar un poco más pues parece que la manera vil de ser de nuestros gobernantes y aspirantes políticos... sigue estando, siendo y dejando de sentir a niveles impresionantes.
ResponderEliminarIan Lorente
Querido Víctor
ResponderEliminarEstos días leerte a ti es la sensación de que la prudencia puede imperar. Yo he optado por escuchar a las autoridades porque ellos están marcando el rumbo, por lo tanto es importante estar informada, y por otro, para entender ya a la epidemia en sí he buscado fuentes científicas, en ese sentido recomiendo algunos programas especiales del canal 22, hay uno creo que a las 6 ó 6:30 pm que tiene el enfoque de la ciencia, y hablan con epidemiólogos y otros especialistas que me han ayudado a comprender el fenómeno.
Yo tengo mis "consentidos", personas en las que confío por su trayectoria, su sensatez, su honestidad y su responsabilidad social, entre ellos está el Dr. René Drucker Colín, investigador de la UNAM, casi Nobel por la cirujía para curar el Parkinson, un tipo siempre crítico, con gran compromiso social, y precisamente hoy en http://www.jornada.unam.mx/2009/05/05/index.php?section=opinion&article=031a2pol habla, y menciona elementos muy sobrios y muy parecidos a lo que tú dices: ahorita es tiempo de seguir instrucciones, después ya haremos una balanza, ya evaluaremos, algo aprenderemos, porque también hay que ver las preguntas de los "reporteros", de verdad que en su gran mayoría parecen oligofrénicos o que quienes subrayan intereses mezquinos son ellos, quienes han desviado la atención --y más por ignorancia que por mala fe-- ha sido en buena medida la prensa.
Puedo entender muy bien la desconfianza de la población, las autoridades se la han ganado, pero también hay que aprender a diferenciar cuando algo no está tan mal hecho.
Fíjate que hace rato vi en el canal 22 precisamente, a un historiador que cada día ha platicado nuestras experiencias con las epidemias, y comentaba que en el siglo XIX cuando se propagó el cólera los mexicanos dijeron que los extranjeros los estaban envenenando, que habían envenenado sus aguas ¡y se dedicaron a perseguir y matar extranjeros! Así que me parece que esa paranoia tiene ciertos rasgos más culturales que reales... es para pensarse, no?
De nuevo gracias por compartir, contigo tanto cuando estoy de acuerdo como cuando no siempre crezco.
Jadzia
Profesor Victor.-
ResponderEliminarMe imagino que ante esta situacion las autoridades actuaron de una manera rapida y pienso que estos dias que por asi decirlo nos mantuvieron en "cuarentena" si fueron efectivos, al menos pienso que se evitaron mas contagios. Y aunque se diga que el gobierno fue muy exagerado al tomar estas medidas, y el bombardeo de informacion en internet y television fue demasiado, pienso que fue la mejor manera de hacernos ver que todos los mexicanos teniamos que poner de nuestra parte y hacer caso a las medidas preventivas para poder tener un control ante el virus de la influenza humana, ahora yo solo tengo una pregunta ante todo esto, que pasaria si apesar de que ya se tenga un "control" por asi decirlo del virus este mute de nuevo y se vuelva mas virulento, puede pasar verdad? si sucediera, cree usted que es conveniente mantener a la gente al tanto de esta posiblidad? Espero su respuesta Saludos y Gracias...Edith Maldonado.
La mutación del virus de la influenza A H1N1 siempre es posible. Se trata de un virus posee esas características debido la forma particular que tiene para reproducirse. Por supuesto que vale la pena estar informado e informar a las personas.
ResponderEliminar