Aunque no me parece que sea una película para merecer un Oscar, ni la actuación para ser nominado como mejor actor-actriz, el filme en general me gustó. Evocadora sin duda de los grandes musicales estadounidenses de los años 50s, en especial de “Cantando bajo la lluvia” y “Un americano en París”, ambas estelarizadas por el actor, cantante y coreógrafo Gene Kelly, me parece que esta película aporta su propia versión en este género. Las escenas de los bailes en panorámicos atardeceres, a la luz de un intenso farol que ilumina la pista de baile, desde luego nos remontan a dichos musicales. Por supuesto, Gene Kelly en nada podría compararse con el “acartonado” y “tieso” Ryan Goslyn. Sería muy injusto.
La fotografía es muy buena.
El colorido de la película, los contrastes en iluminación y presentación de
claro-oscuros en varias de las escenas, están muy logrados. Es notable y
evidente el uso constante y de base para todas las escenas, de los colores primarios (rojo, verde y azul). Hay
presencia de muy pocos estampados en el vestuario de los actores, pues la mayoría
tienden al uso colores lisos cuya intensidad y colores de los escenarios de
filmación (algunos naturales y otros elaborados digitalmente), recuerda las
pinturas impresionistas y post-impresionistas de finales del siglo XIX y
principios del XX. Una mezcla en mobiliario, vestuario y costumbres, evoca los
años 60s y la psicodelia de aquel
momento.
La banda sonora con un toque de
grandes bandas y sobre todo, de jazz, aderezan el entono musical de la
película, para darle ese sabor nostálgico que supongo en director quiere
transmitir.
Como toda película de este
estilo y otros parecidos, la historia es el punto menos importante. Se trata de
un argumento muy simple y hasta ingenuo. Si estamos acostumbrados al cine de Hollywood
(muy válido), con drama, acción, enormes efectos especiales y una historia
pre-digerida que no causa mayor complicación al espectador, esta película podría
resultar sosa y sin sentido. En gusto se dice, se rompen géneros y se vale.
El final de la película me
agradó. Es un cierre acorde con la historia y que da al espectador la
posibilidad de escoger cuál epílogo hubiese preferido.
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