Recientemente
observé un video (que anexo liga al final) que obliga a hacer alguna reflexión.
De acuerdo con los expertos cuando una nueva tecnología llega a la sociedad, es
muy probable que en un primer momento haya desempleo. Así ha ocurrido.
Pero también la experiencia ha demostrado, que a quien más beneficia los
cambios tecnológicos, es a los ciudadanos porque se crean nuevos empleos.
La
tecnología por sí misma no es dañina. La manera como se usa dicha tecnología es
la que puede provocar un daño. Hoy estamos más comunicados, pero eso no
significa necesariamente que nos entendamos mejor, porque no depende de un
dispositivo, sino de una filosofía y actitud de vida. Tampoco significa como
afirma el video, que un invento sustituya y destruya a otro. Se dijo en su
momento que el cine, sustituiría a la radio, pero la radio continúa. Se dijo
que la televisión sustituiría al cine, pero el cine continúa. Se dijo que el
video sustituiría al cine, pero el cine continúa, y además ha aumentado sus ingresos y visitas (no como afirma el video)
El gran reto es que las
nuevas tecnologías y los empleos que se generan, da como consecuencia y exige una
mayor diversificación del empleo. Como ha ocurrido desde que se inventó la
electricidad y ya no hubo necesidad del vapor o de los serenos para encender
las velas de las calles. La invención del Internet trajo aparejado
consecuencias obvias, como es el cambio del video por la transmisión en línea (streaming),
el uso de las cámaras digitales por las analógicas, que llevaron al desuso de
los rollos fotosensibles. Estos hechos llevan a un cambio en la forma de
comercialización de los productos.
Así que no
se trata de inventos “malignos” que tengan como consecuencia la destrucción
calculada de cierto tipo de empresas. Se trata de un proceso de desarrollo que
ha estado evolucionando junto con la humanidad propia. Si la lógica fuera
detener cualquier cambio porque es algo que dañará a la humanidad, podríamos
regresar a la caverna, a la desaparición de antibióticos y de la medicina
porque les daba trabajo a personas sin preparación..
Un fenómeno
producto de las nuevas tecnologías es la llamada Singularización; es decir, el
hecho de que un solo dispositivo tenga la capacidad para sustituir varios al
mismo tiempo. El teléfono celular es el ejemplo más claro. Este dispositivo
sustituyo al teléfono conectado por cable, a la cámara fotográfica, a la
brújula, al directorio telefónico, a la guía de mapas y carreteras, etc.
Los retos
sin embargo, no son muy diferentes a los que la sociedad ha tenido siempre. La
calidad de una familia depende de la calidad de sus miembros. Si un padre de
familia permite el uso indiscriminado del celular o el iPad en sus hijos, no es
la tecnología la que falla, es el cuidado y observación de los padres. Si el
celular o el Whatsapp sustituyen la comunicación entre padres e hijos, no es la
tecnología la responsable, sino la falta de comunicación que probablemente ya
existía desde antes de la llegada de estos dispositivos.
La comunicación entre padres e hijos, hizo crisis a finales de los años 50s y principio de los 60s, muchos años antes de que llegara la tecnología. Las razones hoy sabemos, era la rigidez de la educación en la familia y la escuela, que si bien se dice ¨formaba el carácter”, también provocó frustración y alteraciones en la conducta que algunos de los hijos o nietos, tuvieron que resolver por su cuenta.
La comunicación entre padres e hijos, hizo crisis a finales de los años 50s y principio de los 60s, muchos años antes de que llegara la tecnología. Las razones hoy sabemos, era la rigidez de la educación en la familia y la escuela, que si bien se dice ¨formaba el carácter”, también provocó frustración y alteraciones en la conducta que algunos de los hijos o nietos, tuvieron que resolver por su cuenta.
Entonces,
la tecnología por sí misma no es la causante de los problemas en la actualidad.
Como en todo, la sociedad tiene un tiempo de adaptación en el uso de nuevas
herramientas y condiciones de empleo. Entre más preparado se esté (y no se
refiere a estudios universitarios o de posgrado), existen mejores
probabilidades de adaptarse mejor a dichos cambios.
Desde luego
que con o sin tecnología, los retos de desigualdad social e injusticias no se resolverán
automáticamente, porque dichos fenómenos no están en relación con el desarrollo
tecnológico, sino con la naturaleza humana. Hace muchos años, los científicos
de ese entonces prometían que con la llegada de la ciencia los problemas se iban
a terminar. No ha sido así; sin embargo la ciencia en la mejor opción que se
tiene para enfrentar los problemas de hoy. Igual ocurre con la democracia que
por sí sola no resuelve los retos sociales de hoy, pero es lo mejor que tenemos
para buscar un equilibrio en la sociedad.
Hoy el planeta
demanda una mayor conciencia, responsabilidad y compromiso, y la tecnología podría
ayudar, sin duda; pero es el ser humano quien de forma ética y sustentable, guiará
en un sentido u otro, el logro de una mayor calidad de vida.