8 nov 2012

¿Por qué el agua está mojada?


Las cosas no siempre son lo que parecen. Vivimos en un mundo lleno de fantasías y de realidades que son tan perenes como el tiempo mismo. Las cosas aparecen y desaparecen. Por alguna extraña razón, los gustos de antes, hoy se consideraban de mal gusto, y viceversa: el tequila era sólo para el populacho, hoy es para las familias de abolengo; la casa en el campo era para los pobres, hoy es para la gente acomodada; una calle empedrada era sinónimo de un bajo nivel económico, hoy es parte de un “estilo de de vida”.

Antes como dijera nuestro siempre recordado filósofo de pueblo, Antonio Aguilar, el policía tenía cara de policía; el ratero, de ratero; el profe, de profe; el de juez, de juez; el carnicero, de carnicero. Hoy el profe tiene cara de policía, el policía tiene cara de ratero, el juez tiene cara de carnicero y el carnicero cara de juez.

Antes la democracia era la realización de aquello que el Presidente o Gobernador en turno, decía que había que hacer y todos éramos felices; hoy la democracia consiste en que cada quien decida y vote por la persona que le venga en gana y sin pedirle permiso ¡a nadie! Y claro nos quejamos ¿Qué desastre es ese?  

Antes los profesores eran los responsables de la educación y el buen crecimiento de los hijos; hoy resulta que son los padres son quienes deben encargarse e involucrarse en su educación, y además hacerse responsables de sus acciones ¡inaudito!

 Antes hacías pública tu opinión y el gobierno se encargaba de “convencerte” de tu error; hoy lanzas tu opinión y tienes que hacerte responsable de ella.

No cabe duda que como dijera mi estimado maestro el Dr. Marco Aurelio Navarro: “El futuro ya no es lo que solía ser…”