¿Qué podría estar impidiendo un vínculo más generalizado entre ciencia y humanismo?
En lo personal me considero privilegiado. Debido a mi propia búsqueda me ha resultado relativamente fácil conciliar ambos espacios que no pueden necesariamente mezclarse, pero si caminar juntos: la ciencia y el humanismo. De hecho no creo en la existencia de un concepto científico (el qué) divorciado de uno humanístico (para qué). La historia nos ha mostrado que cuando ambos líneas de pensamiento se separan, las consecuencias son desastrosas. Sin embargo creo que esa búsqueda no siempre es sencilla, pues el fanatismo de uno y otro lado, no permiten convivencia alguna; si a eso le sumamos que las humanidades son vistas como carentes de sentido y áreas “no redituables”, simplemente porque NO se conocen o porque se piensa que sus alcances son limitados, es de entenderse la poca importancia que tiene y el escaso valor en la sociedad mexicana. ¿Qué se pasaría si en este país hubiese por ejemplo, una universidad donde se estudiase para ser payaso? Una locura seguramente.
Mientras el paradigma reinante en el país siga siendo que las ingenierías y las ciencias exactas, son importantes porque producen dinero y las humanidades son para jóvenes carentes de inteligencia y que “no la hacen” en área “serias”, no avanzaremos mucho. Por esa misma razón los profesores de las ciencias duras, no ven con buenos ojos, ni consideran importante invertir tiempo en su propia formación humanística, pues saben que el sistema no recompensa ni le da la importancia que merece. La sociedad también hace lo suyo, pues tampoco valora el trabajo artístico y lo ve como un ”entretenimiento” que a nada conduce.
En lo personal me considero privilegiado. Debido a mi propia búsqueda me ha resultado relativamente fácil conciliar ambos espacios que no pueden necesariamente mezclarse, pero si caminar juntos: la ciencia y el humanismo. De hecho no creo en la existencia de un concepto científico (el qué) divorciado de uno humanístico (para qué). La historia nos ha mostrado que cuando ambos líneas de pensamiento se separan, las consecuencias son desastrosas. Sin embargo creo que esa búsqueda no siempre es sencilla, pues el fanatismo de uno y otro lado, no permiten convivencia alguna; si a eso le sumamos que las humanidades son vistas como carentes de sentido y áreas “no redituables”, simplemente porque NO se conocen o porque se piensa que sus alcances son limitados, es de entenderse la poca importancia que tiene y el escaso valor en la sociedad mexicana. ¿Qué se pasaría si en este país hubiese por ejemplo, una universidad donde se estudiase para ser payaso? Una locura seguramente.
Mientras el paradigma reinante en el país siga siendo que las ingenierías y las ciencias exactas, son importantes porque producen dinero y las humanidades son para jóvenes carentes de inteligencia y que “no la hacen” en área “serias”, no avanzaremos mucho. Por esa misma razón los profesores de las ciencias duras, no ven con buenos ojos, ni consideran importante invertir tiempo en su propia formación humanística, pues saben que el sistema no recompensa ni le da la importancia que merece. La sociedad también hace lo suyo, pues tampoco valora el trabajo artístico y lo ve como un ”entretenimiento” que a nada conduce.
Así es de entenderse cuando un profesor universitario, apoyado de facto por sus directivos, no considera importante el trabajo humanístico; incluso otros profesores que suponen que esas áreas son responsabilidad de “alguien” más, pero no de ellos mismos.
Aunado a esto, en ocasiones existe en los representates de las ciencias duras, una falta de conocimiento acerca de lo que son las humanidades, especialmente en la áreas técnicas. Abiertamente se piensa que humanidades son áreas como la contabilidad, la administración, las finanzas, los cursos de calidad, etc. Por lo tanto se entiende la serie de contradicciones que existen en la aplicación de los planes y programas de estudio.